La semana pasada en la asignatura de Pedagogía Social, hemos tenido que escribir acerca de la realidad de las personas en situación de dependencia, me parece un tema muy interesante e importante por eso esta semana me gustaría publicar sobre el tema:
Debemos ser
conscientes de que la dependencia no es propia de la edad, que una persona
puede ser dependiente tenga la edad que tenga y más si padece una enfermedad
crónica o una discapacidad.
La
dependencia también comporta otros aprendizajes, que tenemos que hacer a lo
largo de toda la vida y que nos llevan a ser capaces de aprender a depender, lo
que comporta la interdependencia. Todas las personas debemos aprender que solo
podemos ser autónomas si aprendemos a depender de los y las demás, ya que la vida
cotidiana se desarrolla en relación con los y las demás.
Hay
personas en situación de dependencia que necesitan permanentemente una ayuda de
otra persona. Hoy existen muchas que necesitan vivir con una ayuda para poder
mejorar su calidad de vida y de esta forma poder realizar las actividades
básicas e instrumentales de la vida diaria, sin embargo, en nuestro país un
tercio de las personas dependientes no reciben esta ayuda. Dentro de las
comunidades autónomas mejor paradas en este ámbito es el País Vasco con una
aprobación del 80% de solicitudes, en cambio las islas Canarias un 40%.
Cabe
destacar que la mitad de las personas dependientes superan los 80 años y en su
mayoría son mujeres. Desde 2012 más de cien mil personas han fallecido
esperando una subvención.
El
principal problema de las personas en situación de dependencia es que no se
tiene en cuenta la calidad de vida de estas personas pues en los presupuestos
generales del estado no se destina la cantidad de dinero necesaria para cubrir
todas estas necesidades. El gobierno ha reducido un 15 % la ayuda para aquellos
familiares que ayudan a personas en situación de dependencia. Hasta ahora un
familiar que ejercía de cuidador, cobraba una media de 400 euros mensuales,
sanidad justicia la reforma como la única manera de salvar la dependencia
“podemos hablar del colapso del sistema de dependencia con una lista de espera
superior a las trescientas mil personas”. Endurecen los requisitos y
condiciones para recibir las ayudas.
Por otro
lado, podemos destacar la teoría sobre el envejecimiento éxitos ya que intenta
describir los caminos que deben seguir las personas mayores para cumplir con
las exigencias de su edad y llegar a un alto grado de satisfacción en su vida.
La satisfacción vital se convierte así con el constructo psicológico central,
según Baltes.
Se pueden
conseguir un nivel funcional estable, una autoimagen positiva y un estado
satisfactorio, por medio de tres procesos de adaptación fundamentales: la
selección, la optimización y la compensación.
Baltes
define la selección como la reformulación de las metas de desarrollo y el
establecimiento de preferencias. Tiene dos formas. La primera, en dirección
positiva, se dirige a la prospección, elección y formulación de metas y campos
de acción. La segunda intenta evitar lo negativo, reaccionando a las pérdidas y
reformulando las metas con niveles estándar elegidos por el propio individuo.
Por otro
parte, la optimización se puede definir como la adquisición llegado el caso, o
el perfeccionamiento de medio, recursos y conductas que ayudan a conseguir las
metas previstas. La compensación, en cambio, se dirige a la recuperación del
mantenimiento del nivel funcional o del estatus biopsicosocial vigente hasta el
momento.
El educador
y educadora social, al trabajar en el campo de las personas mayores tiene que
aprender a desaprender, a ir dejando el lastre que genera el envejecimiento
para centrarse en aquellos referentes que les son vitales, referenciales, donde
se fija la identidad. El envejecimiento activo implica estar en contacto con el
entorno en el que se vive, en ese sentido, el papel de la educación social y el
rol que debe asumir el educador y la educadora social constituyen un reto que
quizás, como hemos mencionado anteriormente, está siendo ignorado por las
administraciones. Para ello, es recomendable el desarrollo de programas que
favorezcan el envejecimiento activo, así como promover el debate, sensibilizar
a la sociedad fomentar la asunción de compromisos con objetivos específicos.
La labor de
la persona que trabaje con mayores ha de constituir un proceso que parta de las
exploraciones y de detención de los puntos fuertes de éstos, así como propiciar
el desarrollo de espacios en los que puedan reconocer dichas fortalezas, ser
conscientes de ellas e incluso de sus posibilidades de mejora. Así, el aporte
de la Educación Social se convierte en una pieza fundamental para activar el
proceso de socialización formal de las personas, gestionar los conflictos
interpersonales y grupales entre iguales e intergeneracionales, adquirir nuevos
hábitos de vida saludables, modificar conductas y actitudes para adaptarse a
los cambios y aprender a participar.
Para
finalizar, queremos mencionar la ley de dependencia La Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en
situación de dependencia de España, la cual es una norma que constituye el
actual Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia. Es el conjunto
de servicios destinados a promover la autonomía de la persona en situación de
dependencia a través de servicios públicos y privados concertados.
Autonomía
personal se define como la «capacidad de controlar, adoptar y tomar por propia
iniciativa decisiones personales, así como desarrollar las actividades básicas
de la vida diaria» y dependencia como el “«Estado de carácter permanente en que
se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad
o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física,
mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras
personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida
diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad
mental, de otros apoyos para su autonomía personal».
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