Violencia de género en la tercera edad.

¡Hola a todas! 

Esta semana voy a escribir sobre violencia de género en la tercera edad y sobre la invisibilidad que sufren. Espero que os guste. 

Según el Instituto Nacional de Estadística en 2017 la población de Extremadura alcanzó 1.079.920 habitantes, de los cuales 544.860 eran mujeres, lo que supone el 50,4% del total, frente a los 535.060 hombres que representan el 49,6%.

El envejecimiento en Extremadura ha incrementado el número de las personas de más de 65 años, respecto al resto de la población. La esperanza de vida ha aumentado de forma considerable con respecto a la disminución de las tasas de mortalidad.

En el momento actual, la esperanza de vida del hombre es de 81 años y de las mujeres de 85, por lo que se está produciendo un sobrenvejecimiento de la población.

En Extremadura el 50% de los/as mayores de 65 años viven en municipios de menos de 5.000 habitantes por lo que es destacable que en las localidades más pequeñas haya un mayor índice de envejecimiento de la población, que en otras localidades más grandes.

A nivel sociocultural, las personas mayores de 65 años han sido educadas en el modelo tradicional, aquella época en la que la mujer carecía de cualquier derecho y le correspondía atender el ámbito doméstico, siendo completamente invisibilizadas en la vida pública. Tenían muy limitado el acceso a una formación adecuada y no podían abrir una cuenta bancaria a su nombre o tomar decisiones sin la previa autorización de su padre, marido, hermano o cualquier miembro varón de la familia.

Pertenecen a una generación en la que a las mujeres se les enseñaba el rol de cuidadoras y asumir que su matrimonio iba a ser para siempre. Han sido educadas para ser sumisas y atender a las necesidades de sus maridos y a estar en silencio. Carecían de una libertad y poder de decisión para crecer como persona en todos los ámbitos de la vida.

En aquella época existía la creencia de que la mujer era propiedad del marido y esta mentalidad ha sido la que, en muchas ocasiones, ha normalizado el maltrato psíquico, físico, sexual, económico o patrimonial, entre otros.

Es posible que por lo expuesto anteriormente el último balance anual de Violencia Doméstica del INE (Instituto Nacional de Estadísticas, apenas haya denuncias de mujeres mayores de 65 años.

El envejecimiento afecta de diferente forma a hombres y a mujeres, pues cada sexo adopta un rol en función de sus características biológicas. Por ello, la violencia contra las mujeres mayores es consecuencia directa de la doble discriminación que sufren; por el hecho de ser mujer, y por su avanzada edad, como se ha mencionado anteriormente.

 Cabe destacar que en esta sociedad, por lo general, la esperanza de vida de las mujeres es mayor con respecto a la de los hombres; esto produce a los últimos una confianza a la hora de recibir cuidados por parte de sus mujeres o parejas, mientras que ellas no tienen ese sentimiento de cuidado a la inversa.

UNAF (Unión de Asociaciones Familiares) ha denunciado que la mayoría de las mujeres mayores han sido víctimas de violencia de género a lo largo de su vida, aunque estas no se reconocen como tal porque han asumido el maltrato como algo normal en su día a día.  Sin embargo, la idea general que la sociedad occidental tiene de una víctima de violencia de género suele corresponderse con la de una mujer joven, quedando a las mayores de 65 años totalmente invisibilizadas y desamparadas.

Otro factor que produce que las mujeres víctimas de violencia de género con avanzada edad no den el paso de denunciar, se debe a su baja o nula economía haciendo a estas completamente dependientes; puesto que a lo largo de su vida no han tenido la posibilidad de formarse académicamente para después trabajar u optar a un empleo con un salario digno o han tenido más dificultad a la hora de conciliar su vida laboral y familiar.  

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) “el maltrato hacia las personas mayores es un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad avanzada, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza. Este tipo d violencia constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, social, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto.”

Existen muchos tipos de maltrato hacia las personas mayores que pueden presentarse en forma de:

·      Violencia física: Uso de la fuerza física contra el cuerpo de la persona mayor causando dolor heridas y desgaste en su salud.

·    violencia Psicológica Referido al uso de amenaza, insultos, humillaciones o intimidaciones.

·    Abuso sexual: Contacto sexual con personas mayores sin su consentimiento, se incluye aquí los tocamientos y la pornografía.

·   Maltrato económico y patrimonial: Uso o privación de los bienes de la persona mayor sin su consentimiento.

·    Negligencia: Actuación intencionada o no por parte de una persona que está a cargo de una persona mayor.

·   Abandono: Cuando una persona encargada del cuidado y la atención de una persona mayor le abandona.

·    Vulneración de derechos: Se da cuando a una persona mayor se le priva de sus derechos.

·     Social: aislamiento del entorno social y familiar.