Hola a todas.
Esta semana me gustaría compartir con vosotras mi exposición de la asignaturas de bases teóricas para la intervención educativo social, de la semana pasada, espero que os guste.
La comunicación se refiere a la interacción con otras personas, es decir, a
la acción y al resultado de comunicarse. Es necesaria e importante, puesto que,
si no existiera, ninguna persona sería capaz de conocer a fondo el mundo que
nos rodea y mucho menos compartir las experiencias propias de cada ser humano
con los demás.
La comunicación es una
necesidad para las personas, por eso es por lo que aquellas que tienen
dificultades y no tienen la capacidad de adquirir el habla, como, por ejemplo,
los hipoacúsicos (concepto que definiremos más adelante), tienen formas
alternativas para hacerlo. El lenguaje que suelen utilizar es a través de
gestos y señas con las manos. Cualquier persona puede aprender este tipo de
lenguaje.
Lo mismo sucede con las
personas que poseen una discapacidad visual. El poder leer es un tipo de
comunicación, por eso, las personas con ceguera o con discapacidad visual
cuentan con su propio sistema de lectura, este se denomina sistema Braille. El
sistema Braille se caracteriza por brindar la oportunidad de lectura y
escritura a través del tacto.
La comunicación
interpersonal tal como lo conocemos es el intercambio de información que suele
darse entre personas que comparten un espacio físico, es decir, que conviven y
por ende se ven en la necesidad de emitir y recibir mensajes para establecer
normas, organizarse o amenizar la convivencia. Esto puede referirse a ámbitos
diversos, como el hogar, el trabajo, la calle, etc.
Cuando hablamos de la
comunicación interpersonal, no sólo hacemos referencia a la verbal, es decir, a
la protagonizada por el lenguaje. Está claro que los seres humanos nos
distinguimos de los animales precisamente por nuestra capacidad de organizar y
comunicar nuestra realidad mediante un sistema de signos representados sonora y
gráficamente (el lenguaje hablado y escrito respectivamente), pero no es
exclusivamente a través de este mecanismo que nos transmitimos información.
Por ejemplo, en la
comunicación interpersonal influyen también otros tipos de código, como la
proxémica (el “espacio personal”), la pragmática (el contenido contextual), el
lenguaje corporal y otras formas de comunicación no verbal que, sin embargo,
permiten que dos personas compartan ciertos sentidos y significados.
Muchas veces esta
comunicación no verbal tiene lugar sin tomar en cuenta la consciencia, es
decir, de manera automática o sintomática, sin intencionalidad expresa del
emisor. Es lo que ocurre durante el flirteo, por ejemplo.
De ese modo, entendemos
por comunicación interpersonal al conjunto de relaciones de transmisión y
codificación de información que se da entre dos o más personas, o incluso al
conjunto de habilidades que una persona posee para lidiar con dichas
relaciones.
Por ejemplo, cuando
decimos que alguien “tiene pésimas relaciones interpersonales”, queremos decir
que se le hacen difíciles este tipo de situaciones comunicativas o que
usualmente sale mal librado de ellas, trátese del ámbito del que se trate.
Todo proceso comunicativo, está compuesto
por una serie de elementos, que son:
Persona emisora. Como su nombre indica es la que emite el
mensaje, es decir, la que pone en marcha el procedimiento comunicativo. Una
persona emisora, excepto en ciertos contextos monodireccionales (en los que la
comunicación fluye de un lado hacia el otro únicamente), no suele desempeñar
únicamente ese rol, sino que lo alterna con el de la persona receptora: se
habla y luego se escucha.
Persona receptora. La persona receptora es aquella que
recibe el mensaje transmitido y lo decodifica para procesar la información en
su interior. En el caso del habla, equivale al oyente. De nuevo, un receptor o
una receptora nunca permanece puramente pasivo o pasiva, sino que alterna con
el emisor o emisora las posiciones.
Canal. El medio físico empleado para transmitir
el mensaje. Puede ser el aire por el cual viajan las ondas sonoras, un papel
sobre el cual está impreso el mensaje, o muchos otros medios. Para que la
comunicación suceda, el canal debe estar despejado de obstáculos o barreras y
disponible para ser usado.
Código. Todo mensaje posee una codificación; una
clave para comprender y ordenar sus sentidos. A estas claves, en el lenguaje
verbal las llamamos lenguas o idiomas: un ordenamiento convencional, social, de
los signos que componen un lenguaje. Así, el código del mensaje debe ser
manejado por tanto emisor como receptor, para que la comunicación se produzca.
Mensaje. En este contexto el mensaje es el
contenido de la información, o sea, aquello que se quiere transmitir al
receptor, sea lo que sea.
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